Aumentar los puntajes de las pruebas de los estudiantes puede ser tan simple y económico como abrir una ventana

Ventilar el dióxido de carbono beneficiaría la educación a un costo mucho menor que, por ejemplo, reducir el tamaño de las clases, dice un nuevo estudio.


Una solución para la caída de los puntajes de las pruebas de los estudiantes podría estar justo debajo de nuestras narices.

La calidad del aire en las escuelas tiene un efecto directo en el rendimiento de los alumnos, según estudios recientes la investigación del Centro de Investigación Inmobiliaria del MIT, University College London y Maastricht University.

El estudio de dos años, realizado entre 2018 y 2020 en los Países Bajos con estudiantes de 5 a 13 años, monitoreó los niveles de dióxido de carbono en las aulas y recopiló datos sobre los puntajes de las pruebas de los estudiantes. Los resultados fueron claros: cuanto más altos eran los niveles de CO2, más bajos eran los puntajes en las pruebas estandarizadas.

“La mala calidad del aire es un problema generalizado que parece afectar a la mayor parte de la población estudiantil”, dijo Juan Palacios, del MIT, uno de los autores del estudio. Forbes.

Los números, de hecho, parecían familiares para los investigadores. Las concentraciones más altas de CO2 coincidieron con una disminución de la desviación estándar de 0.11 en los puntajes de las pruebas, aproximadamente la misma disminución observada en los estudiantes después del aprendizaje remoto durante la pandemia.

Mejorar la ventilación de las aulas promete aumentar el rendimiento de los estudiantes en el sistema educativo estadounidense de $800 mil millones sin gastar mucho dinero. en un 2012 experimento en Tennessee, los investigadores lograron aumentar los puntajes en la meta establecida de 1% de una desviación estándar al agregar más maestros y reducir el tamaño de las clases. Ese método cuesta $163 por niño por año. Por el contrario, más oxígeno, tan simple como romper las ventanas, limpiar las rejillas de ventilación, cambiar los filtros y mantener adecuadamente los sistemas HVAC, cuesta alrededor de $42.

Estados Unidos gasta alrededor de $16,000 por estudiante de escuela pública por año, de los cuales $1,500 se destinan a infraestructura, según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación.

La investigación previa está en armonía con los hallazgos. Un estudio de 2011 citado por los autores midió cómo la mala ventilación afectaba el desempeño de los estudiantes en las pruebas de atención, concentración y memoria. Una revisión de 2017 de la investigación existente concluyó que el flujo de aire adecuado contribuyó a un mejor rendimiento y menos ausencias. Pero los autores del último estudio dicen que el suyo es el primer vistazo a cómo la calidad del aire afecta directamente los resultados educativos.

El estudio aún no ha sido revisado por pares, pero su protocolo recibió un sello de aprobación de otros investigadores antes de realizar la investigación.

“Comparamos los tamaños del efecto con otras intervenciones realizadas en el pasado”, dijo Palacios. Forbes. “Lo que vemos es que mejorar la calidad del aire produce efectos equivalentes, pero en términos de rentabilidad es mucho más barato. Parece una fruta madura”.

Fuente: https://www.forbes.com/sites/brandonkochkodin/2023/02/09/raising-student-test-scores-may-be-as-simple—and-cheap—as-opening-a-window/