Impulsar la producción nacional de tecnología 5G es importante para garantizar la primacía económica de EE. UU. a largo plazo

La invasión rusa de Ucrania y la retórica cada vez más belicosa de China en todo el hemisferio asiático han hecho que los políticos se den cuenta de que no podemos depender de estos países para obtener materiales críticos para la economía estadounidense, sin mencionar nuestra defensa nacional.

Para su crédito, el Congreso ha tomado medidas para mejorar esta vulnerabilidad. Por ejemplo, el mes pasado aprobó la Ley CHIPS, que exige gastar miles de millones de dólares para alentar a los fabricantes de chips a construir nuevas plantas en los Estados Unidos. La Administración Biden también se ha movido para garantizar que EE. UU. sea menos dependiente de la importación de minerales estratégicos como titanio, uranioy litio, entre otros, de países geopolíticamente poco fiables.

Sin embargo, una vulnerabilidad que la Ley CHIPS podría haber hecho más abordar es algo que se está volviendo cada vez más crítico en la economía de alta tecnología: la tecnología necesaria para construir nuestras redes celulares 5G.

5G es el estándar más nuevo para redes inalámbricas y promete a los usuarios una velocidad más rápida y una latencia reducida en el acceso a Internet: por ejemplo, descargando una pelicula tomaría seis segundos en una red 5G pero siete minutos en la red 4G anterior. La nueva tecnología 5G también ampliará la capacidad de la red y mejorará su confiabilidad general.

Pero 5G no es solo otra G: es mucho más que un impulso de velocidad: es, de hecho, una tecnología crítica que sustentará prácticamente todas las innovaciones futuras. Por ejemplo, Jon Pelson, autor del influyente libro Guerras inalámbricas, observó que con una red 5G ubicua todos los elementos de una ciudad o infraestructura pública estarían conectados. Tal desarrollo tendría enormes beneficios económicos.

Todos los dispositivos que incluyen los chips de hardware en la ley CHIPS dependerán de la parte 5G de la legislación, aunque solo fue una pequeña parte de la financiación.

Además, nuestra agua, las redes nacionales, el ejército y mucho más dependen de ella, por lo que es de vital importancia apoyarla y protegerla.

Las empresas de telecomunicaciones inalámbricas están en proceso de desplegar sus redes en todo el país. Por ejemplo, Red de Verizon en Washington DC ofrece 5G de banda ultraancha a lo largo de algunos corredores muy transitados y una versión más lenta de 5G en gran parte del resto del Distrito.

En la próxima década, Verizon, ATT y T-Mobile gastarán cada uno decenas de miles de millones de dólares para expandir y actualizar sus redes. Actualmente, sin embargo, la mayor parte de la tecnología que necesitan para hacer esto se fabrica en el extranjero, gran parte de ella en países que no son necesariamente aliados confiables. Eso debe cambiar.

En 2020, la Administración Trump reconoció los problemas de seguridad inherentes a tener equipos 5G proporcionados por Huawei, una empresa china que tiene vínculos con el ejército chino, y lideró una campaña internacional para excluirlos de la infraestructura 5G de EE. UU. y otros países occidentales. Uno de los temores era que el equipo pudiera usarse de alguna manera para espiar al gobierno de los Estados Unidos.

La Administración Biden ha continuado el esfuerzo para alentar a las empresas estadounidenses a hacer que sus cadenas de suministro dependan menos de China, pero se necesitan más inversiones para proteger nuestra cadena de suministro de equipos 5G.

Afortunadamente, ya se están realizando algunos esfuerzos para inducir la relocalización de la tecnología 5G, y las agencias gubernamentales están mostrando un liderazgo importante. El Departamento de Defensa, por ejemplo, lanzó recientemente un Evento preliminar del desafío 5G para acelerar el desarrollo y la adopción de interfaces abiertas, componentes interoperables y soluciones de múltiples proveedores, que espera impulsen el desarrollo nacional de las tecnologías 5G. También se ha informado que el Departamento de Defensa está trabajando para implementar redes 5G independientes en bases militares.

Hay algunos signos positivos de que se está desarrollando una industria de fabricación nacional de 5G en los EE. UU. Por ejemplo, una empresa inalámbrica con sede en Nueva York llamada JMA Wireless abrió un campus de fabricación 5G en Syracuse a principios de este verano, la primera y única instalación de propiedad estadounidense de este tipo en el país.

La demanda de tecnología 5G solo crecerá durante la próxima década, y es importante que las empresas de tecnología de EE. UU. tengan acceso sin restricciones a ella, dada la creciente importancia que tendrá en la economía estadounidense.

Fuente: https://www.forbes.com/sites/ikebrannon/2022/09/26/boosting-domestic-production-of-5g-technology-is-important-to-ensure-long-run-us-economic- primacía/