Revolución de la IA en el gobierno corporativo: propuesta de fiduciarios artificiales

Imaginemos una sala de juntas en la que la inteligencia artificial (IA) esté sentada como un miembro votante con obligaciones fiduciarias, en lugar de como un espectador. Esta idea tiene ramificaciones importantes para el futuro del gobierno corporativo. Este es el futuro descrito en la obra fundamental “Fiduciarios artificiales”. Para abordar estas deficiencias, el estudio sugiere un enfoque novedoso: entidades de inteligencia artificial (IA) que posean el mismo nivel de obligación y cuidado que los directores humanos cuando actúan como fiduciarios.

El concepto de fiduciarios artificiales.

En materia de gobierno corporativo, la búsqueda de directores totalmente independientes ha sido durante mucho tiempo una dificultad. Los límites a los mandatos y las auditorías externas son dos ejemplos de reformas existentes que no han alcanzado la objetividad total. Según el artículo, la inteligencia artificial ofrece un remedio especial en forma de “fiduciarios artificiales”. Este enfoque amplía y refina la noción de utilizar proveedores de servicios de la junta (BSP) para manejar las funciones de la junta. Los fiduciarios de IA tienen la capacidad de brindar verdadera independencia y mejorar los procesos de toma de decisiones, a diferencia de los BSP, que están limitados por prejuicios humanos y limitaciones tecnológicas.

Los fiduciarios artificiales podrían actuar como mediadores imparciales, fomentando la apertura y posiblemente democratizando la gobernanza empresarial a nivel internacional. Aún así, es necesario responder a una pregunta vital: ¿es la IA realmente capaz de cumplir con las rigurosas obligaciones de un fiduciario? Académicos del derecho como Eugene Volokh han expresado su preocupación de que el juicio compasivo pueda desempeñar un papel crucial en esta posición, lo que admite el estudio. Sin embargo, sostiene que, en lugar de replicar con precisión las capacidades humanas, la pregunta debería ser si la IA puede lograr los objetivos de la responsabilidad fiduciaria.

Dando forma al futuro del gobierno corporativo

Según el estudio, los fiduciarios artificiales podrían actuar como directores externos objetivos mientras cumplen con sus deberes fiduciarios para con la empresa y sus inversores. Se prevé que trabajar en conjunto con homólogos humanos producirá mejores resultados; sin embargo, como los fiduciarios de IA son algorítmicos por naturaleza, sus funciones específicas pueden diferir. El ensayo destaca la necesidad de flexibilidad manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de comportamiento y describe cómo los deberes de cuidado y lealtad podrían extenderse a los fiduciarios artificiales.

Sin embargo, el estudio no evita discutir posibles deficiencias. Se realizan análisis exhaustivos sobre cuestiones como el sesgo, la falta de transparencia (el problema de la “caja negra”), los riesgos para la seguridad y la posibilidad de que directores extremadamente inteligentes controlen las conversaciones. Para reducir estos peligros, el informe sugiere marcos éticos, políticas de transparencia y estándares precisos para los procedimientos de toma de decisiones de la IA. Esta charla aporta mucho a los debates actuales sobre la equidad algorítmica en el desarrollo de la IA.

El ensayo también advierte contra la visión de la IA simplemente como una herramienta. La idea es que los fiduciarios artificiales deberían poder emitir juicios por sí mismos, libres de las limitaciones de un sistema preprogramado. Para resolver las limitaciones del capital social y las cuestiones éticas complejas, el estudio ofrece un paradigma colaborativo en el que los fiduciarios humanos y artificiales colaboran mientras utilizan sus respectivas fortalezas. En esta colaboración, se requiere monitoreo humano para garantizar que se implementen las mejores recomendaciones, y la toma de decisiones de la IA está sujeta a estrictas normas éticas.

Influir en el gobierno corporativo en el futuro

La última sección del artículo considera cómo cambiará la gobernanza corporativa a medida que la IA se integre más. Recomienda marcos legislativos para frenar el surgimiento de fiduciarios artificiales. Esta investigación no solo estimula la conversación académica, sino que también actúa como un llamado a la acción para que los legisladores modifiquen las leyes actuales y abran la puerta a la aplicación ética de la IA en las salas de juntas. La pregunta sigue en pie: ¿estamos preparados para aceptar la IA como un socio confiable en el gobierno corporativo?

Fuente: https://www.cryptopolitan.com/ai-corporate-governance-ai-fiduciaries/