Web 2.0 y la consiguiente llegada de las redes sociales cambió nuestra relación tanto con nosotros mismos como con otras personas. La capacidad de crear perfiles en línea altamente personalizados significa que podemos aprender todo sobre nuestra cita antes de ir a la cita real, retratarnos de una manera particular y mostrar anuncios de productos en los que pensamos que solo estábamos pensando. Sin embargo, el Facebook-El escándalo de Cambridge Analytica en 2016 demostró que este era solo un lado de la gran sombra de Big Data: nuestros datos no solo pueden ser muy personales y específicos, sino que también pueden utilizarse para persuadirnos a tomar ciertas decisiones.
Desde que entró en la era de Web 3.0, algunas criptos han tratado de abordar el problema de la privacidad de los datos, ya que sigue siendo un tema importante y relevante en la actualidad, especialmente a la luz de la creciente popularidad de blockchain. La comunicación cruzada entre diferentes plataformas será un factor clave para superar las limitaciones de la Web 2.0 a medida que hacemos la transición a Internet 3.0. Sin embargo, para de la máquina a ciertos productos, servicios y contenido, los usuarios todavía necesitan su identidad en línea. Como resultado, se generarán y almacenarán cantidades masivas de datos en redes blockchain.
Si bien los datos almacenados en la cadena de bloques son mucho más seguros que los datos almacenados en servidores centralizados, las plataformas Web 3.0 imitarán gradualmente las características para las que fueron diseñadas para interrumpir y reemplazar si no se cuenta con una solución de seguridad de datos completa. Echemos un vistazo a cómo Monero (XMR), Ontología (ONT) y recién llegado Token criptográfico seguro (SECR) objetivo de solucionar el problema.