Previsiones para el sector de las criptomonedas en 2023

No es fácil hacer predicciones sobre cómo será el 2023 para los criptoactivos y los mercados relacionados.

Y aunque generalmente es difícil hacer predicciones a largo plazo sobre mercados y eventos económicos aleatorios, este año la cantidad de incógnitas y variables en el horizonte hace que el ejercicio sea aún más difícil.

Todo el mundo sabe que la incertidumbre, en principio, es mala para los negocios. 

Regulaciones en medio de fallas y nuevas esperanzas: predicciones potenciales para el criptomercado en 2023

Al mirarlo desde una perspectiva regulatoria, El año 2023 se caracterizará por la llegada de una serie de importantes disposiciones normativas, tanto a nivel europeo como nacional, tanto en materia fiscal como de prevención del blanqueo de capitales.

En teoría, esto debería ser algo bueno, porque debería ayudar a crear un marco de ciertas reglas y así brindar mayor claridad a los usuarios y operadores.

Desafortunadamente, sin embargo, este no es exactamente el caso.

Del lado de la ley italiana, ya hemos tenido la oportunidad de comentario sobre el paquete de regulaciones que introducen, por primera vez, una disciplina fiscal sobre los ingresos y obligaciones relacionados con la tenencia de criptomonedas y otros criptoactivos.

La limitación de esta normativa es que, como ya se ha señalado, por un lado, aún deja sin resolver muchos aspectos de los mecanismos de tratamiento fiscal y el alcance exacto de las diversas obligaciones que introduce; por otro lado, parece no tener en cuenta las especificidades y funciones peculiares de los diversos tipos particulares de criptoactivos.

En definitiva, la que se acaba de aprobar parece una disciplina labrada respecto a las funciones típicas de las criptomonedas, pensadas como medio de pago alternativo a las monedas de curso legal, pero acaba abrazando y encontrando aplicación indistintamente, a cualquier tipo de activo criptográfico, incluso si está completamente desprovisto de funciones monetarias o incluso financieras.

Esto significa que habrá que esperar un período de asentamiento, compuesto por actos interpretativos de las autoridades fiscales, litigios que generarán interpretaciones y jurisprudencia, para tener un panorama más claro de la aplicación. Y, lamentablemente, es imposible predecir cuánto durará este período de asentamiento.

En el frente europeo, se está preparando una ola de importantes medidas regulatorias. 

El primero es el famoso Mica (es decir, el reglamento europeo sobre Mercados en criptoactivos), que tiene como objetivo introducir un conjunto de reglas que afectan principalmente a los operadores que pretenden ingresar al mercado ofreciendo sus servicios al público, y a las cuales reglas para proteger la competencia y los usuarios finales. están encaminadas a ser ampliadas, las cuales deberán parecerse cada vez más al sistema de garantías que existe en el ámbito de la banca y los servicios financieros convencionales.

Al margen del MiCA, lo que se vislumbra es la llegada de una serie de normas y directivas en materia de prevención de blanqueo de capitales, cuyos contenidos aún no están del todo definidos: en particular, se habla de una nueva normativa regulación de lavado de dinero, la nueva directiva AML que reemplazaría Directiva 2015 / 849 / UE (la Cuarta Directiva ALD, a su vez modificada por la Quinta), y, dentro de este marco normativo, también la ya conocida regulación europea sobre transferencia de fondos (TFR), que se encuentra ahora en la recta final de su adopción. 

Ya hemos discutido estas medidas más analíticamente.

Las implicaciones regulatorias para todo el criptomercado

Si bien el contenido de todos estos importantes cuerpos legislativos está pendiente de una definición más detallada, según comunicados oficiales, es bastante claro que se introducirán una serie de medidas que, bajo la premisa de evitar el uso de recursos financieros (mediante el uso de criptomonedas) para impulsar el tráfico ilícito, es probable que tengan un gran impacto en las transacciones de criptomonedas, porque habrá limitaciones importantes y un aumento en los umbrales de atención, los umbrales de notificación y, en última instancia, la capacidad de las autoridades de supervisión y regulación y los operadores para actuar como intermediarios.

El temor es que el conjunto emergente de disposiciones de regulación ALD podría convertirse en un verdadero cuello de botella en el que las transferencias de activos de criptomonedas eventualmente podrían encallar.

En 2022, el mercado de criptomonedas se ha mantenido firme, a pesar de muchos eventos adversos (desde quiebras de plataformas primarias como en el caso de FTX a los numerosos ataques de importantes figuras institucionales de los principales organismos monetarios y financieros europeos) y a pesar de la proverbial emotividad de este mercado. 

Pero, ¿cómo reaccionará todo el ecosistema ante posibles restricciones y limitaciones significativas en el despliegue de recursos que pasan por los criptoactivos?

Probablemente no muy bien.

Sin embargo, el hecho de que tales medidas puedan tener un impacto económicamente significativo (y potencialmente devastador) en todo un sector económico y productivo debería suscitar un debate sobre la proporcionalidad de estas medidas con respecto al conjunto de principios de libertad de empresa económica, libre circulación de servicios y capitales, y la protección frente a restricciones de mercado injustificadas, todo ello cristalizado en los tratados y cartas fundamentales de la Unión Europea.

Por un lado, es preocupante que el foco de las discusiones en las instituciones europeas hasta la fecha se haya centrado exclusivamente en aspectos relacionados con el posible uso de activos criptográficos en correlación con actividades delictivas y/o ilegales; por otro lado, parece desconocer un hecho ampliamente monitoreado y establecido. Es decir, que, en la práctica, la incidencia del uso de criptoactivos en beneficio o en el contexto de actividades ilegales es insignificante en magnitud.

Quizás este enfoque se supere gradualmente a medida que el mercado en su conjunto madure aún más, cuando se perciba una mayor confiabilidad de los operadores y plataformas de intercambio, sobre todo debido a las obligaciones que pueden derivarse de la entrada en vigor de las reglas de MiCA.

Es decir, cuando el mundo de las criptomonedas, en su viaje evolutivo, llega a parecerse un poco más al mundo de la banca y las finanzas convencionales.

Sin embargo, esto puede significar que este tipo de mundo se habrá convertido en algo muy alejado de lo que imaginó Satoshi Nakamoto en su famoso manifiesto sobre el sistema de dinero electrónico peer-to-peer.

Fuente: https://en.cryptonomist.ch/2023/01/13/forecasts-crypto-2023/