Brookings Institution, el influyente grupo de expertos con sede en Washington DC, ha cuestionado las promesas sobre la afirmación tan anunciada de las criptomonedas de mejorar la inclusión financiera. En su informe en nombre de Brookings, Tonantzin Carmona cuestionado potencial de los activos digitales para mejorar el acceso cotidiano a los servicios financieros.
Carmona citó informes del Tesoro de los EE. UU. que respondieron a la orden ejecutiva del presidente Biden para que las agencias gubernamentales propongan marcos regulatorios para los activos digitales. El Tesoro describió los activos digitales como riesgosos para las poblaciones desfavorecidas en su reporte, "Criptoactivos: implicaciones para consumidores, inversores y empresas". Llegó a la conclusión de que los activos digitales no han estado a la altura de su potencial prometido para incluir poblaciones tradicionalmente excluidas.
Porciones de poblaciones desfavorecidas están utilizando activos digitales. A encuesta realizado en la Universidad de Chicago mostró que el 44% de los comerciantes de activos digitales de EE. UU. son afroamericanos y latinos. La Reserva Federal también Admite que un número cada vez mayor de personas sin servicios bancarios utilizan activos digitales.
Sin embargo, Brookings señala que los grupos que podrían beneficiarse de una mayor inclusión financiera no se superponen tanto con los activos digitales como parecen pensar los promotores de las criptomonedas.
Brookings identifica el problema de las criptomonedas de las narrativas en competencia
Según el informe de Brookings Institution, los especialistas en marketing de activos digitales utilizan dos narrativas que podrían complementarse en el nivel superficial, pero competir en niveles más profundos.
La primera narrativa postula que los activos digitales pueden proporcionar un método alternativo para realizar transacciones. Las personas a las que no les resulta fácil visitar bancos o usar aplicaciones de banca digital podrían, por ejemplo, descargar una billetera de bitcoin en su lugar. A diferencia de los bancos, los activos digitales pueden procesar transacciones las 24 horas del día.
La segunda narrativa sugiere activos digitales como una forma de generar riqueza. Los partidarios de esta narrativa generalmente usarán el término de jerga "HODL" y sugerirán que su criptografía favorita mantendrá o aumentará el valor. Algunos en este campo admiten aplicaciones DeFi para depositar activos digitales para ganar intereses. Esta narrativa desalienta el uso de activos digitales para las transacciones diarias, enfatizando en cambio sus atributos de inversión.
Naturalmente, las personas interesadas en una mayor inclusión financiera podrían preguntar qué opción preferirían los posibles usuarios de activos digitales, si los partidarios pudieran ofrecer métodos tan convenientes como deslizar una tarjeta de débito. ¿Pueden los usuarios usar activos digitales para transacciones o generar riqueza? ¿Cómo puede la criptocomunidad resolver problemas si ni siquiera puede ponerse de acuerdo sobre un objetivo?
En primer lugar, comprar criptomonedas casi siempre requiere una cuenta bancaria. Si bien algunos intercambios pueden permitir a los clientes comprar activos digitales con una tarjeta de débito prepaga, muchos de los principales intercambios, como Coinbase, requieren que los clientes conecten una cuenta bancaria.